martes, 24 de febrero de 2009

Garzón y Bermejo cazan a Montesquieu

El Partido Popular camina por suelo fangoso. Sus líderes regionalistas están en el punto de mira de la Justicia. Por primera vez desde el Congreso de Valencia, el PP cierra filas en torno a Mariano Rajoy. Esperanza Aguirre o Francisco Camps ya no son la alternativa. Con o sin manos manchadas por la corrupción, el estrellado Garzón les despoja de su imagen. Mariano se recupera de la pájara y Bermejo decide abandonar.


Parece que al PSOE los cálculos electoralistas no le han salido tan bien. La investigación sobre cargos del PP la empezaron hace ya tiempo y lo único que les faltaba era la fecha de publicación. La corrupción del PP esperaban sacarla para mayo, en las aproximaciones de las elecciones europeas, donde por norma general, se da un voto de castigo al Gobierno de turno. Pero los analistas del PSOE lo vieron claro. Cuidado con las elecciones gallegas. Así que decidieron matar a Montesquieu, unir el poder ejecutivo con el judicial y, ya que estaban, darle los secretos de sumario al amigo cuarto poder, es decir, a Prisa.


El tiro por la culata, Bermejo dimite tras ser cazado, huelga de jueces de por medio (con amenaza de evitarla mediante ley), y Zapatero desgastada su imagen en el Congreso. Sin embargo, no lo duden, han conseguido acabar con la imagen de Aguirre y de Camps. Una vez más lo han conseguido. Pero, ¿a qué precio? Faltando al respeto de la justicia.