jueves, 22 de marzo de 2007

Cabo Polonio, Uruguay por Belen Esteban

Ya llevo unos días en santiago. La vuelta ha sido buena, la verdad es que tras un mes de viaje, me apetecía dormir en una cama, tener ropa limpia, etc.

Estos días me duele la cabeza al levantarme por el puñetero “smoog” que llena esta ciudad. En este viaje me he dado cuenta del daño que hace la contaminación y la vida en las ciudades a las personas, o por lo menos a mí. Esto fue todavía más patente porque el Último día de nuestras vacaciones, Olmo y yo, fuimos a un lugar llamado Cabo Polonio, en Uruguay; allí me quise quedar, pero, obviamente no pudimos.

Este sitio es bien especial, y os lo explico. Puedes ir en bus, en coche o en lo q quieras, pero estos no llegan hasta el pueblo. Se detienen en la carretera ante unas taquillas, allí compras un ticket para unos “tracks" (camiones medio jeeps), que a través de las dunas te llevan hasta el pueblo. Este es el único acceso al pueblo, y ningún vehículo, a parte de estos, puede entrar.

El pueblo está sobre unas dunas al final de una kilométrica playa de arena blanca. No disponen de agua corriente ni de electricidad; como ya os he dicho, tampoco hay coches, tampoco hay calles, las casas se esparcen por las laderas del monte formado por dunas. Tampoco hay tiempo, o no el que nosotros conocemos. En los dos o tres bares que funcionan para verano, los espectáculos de jazz o lo que sea, no son a una hora concreta, sino al atardecer, al amanecer...... Por la noche el pueblo está iluminado con velas; la gente va descalza por el pueblo porque no hay suciedad....

Este pueblo está habitado por unas 10 o 15 familias de pescadores, en el verano hay casas que se alquilan para los turistas, pero no se puede acampar, no hay hoteles, ni “cash point”....tampoco puede ir a vivir allí cualquiera; si esto ocurre, se celebra una especie de asamblea de sabios donde se decide si se acepta o no a la persona.....
En fin, todo lo q os diga acerca de este sitio es poco, no os podéis imaginar la paz q se sentía al estar allá; me hubiese quedado un mes. Pero bueno, de vuelta en mi querido Santiago, también estoy contenta. Vuelta a ver a los frikis, a los barriobajeros, a meterme la plata en 5 sitios distintos.......

El segundo día de haber vuelto, estábamos Letizia, Olmo y yo en una terraza, bueno una terraza a lo santiagiño: mesas asquerosas, cerveza de litrona, vasos de plástico que lavan en cada uso, suelo de arena.... La cosa es que un chico se acerca y mirando a Olmo únicamente, le dice:
- es alguna de las dos tuyas???
le respondo:
- qué has dicho???? Mongolo
y me dice:
- no, quería decir que si alguna de las dos sois su novia..... aaaaaahhhhh!!! que alivio, eso es mucho mejor que lo anterior....imbécil!!! y no es raro que eso pase aquí, no os penséis. Es más normal de lo que parece. Así que compañeras, la próxima vez que penséis que vuestro padre, hermano, novio, amigo... es un troglodita, un machista, un retrógrado,… pensar que al lado del latinoamericano medio, lo que tenéis es un visionario, un adelantado, un tolerante y abierto hombre del siglo 21.

Viva el hombre español....y olé!!!

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