jueves, 15 de febrero de 2007

Desayuno con Mariano Rajoy por Antonio Cayarga

El 13 de febrero a las 9 de la mañana fui a un desayuno-conferencia de Mariano Rajoy, organizado por la agencia Europress en el hotel Villa Magna. Para los que no sepan de qué estoy hablando, se trata en definitiva de ese tipo de actos que aparecen en los informativos, CQC o Noche Hache.

Fui para ver como funciona este circo que llamamos política, para ver que programa tiene el PP, como ve la política exterior española,…Se hablaron de muchos temas que presumiblemente eran obvios, como la condena de Juana de Chaos, el juicio sobre el 11-M y demás asuntos del panorama nacional. A mí lo que realmente me interesaba era los asuntos de exterior, y realmente no dijo nada. Le hicieron un par de preguntas relacionadas con la política exterior del PP durante el mandato de J. M. Aznar. La primera consistía en sí creía que el PP debía pedir perdón por haber llevado a España a la guerra de Irak, cuando hace apenas una semana Aznar dijo que es cierto que no hay ni había armas de destrucción masiva. La situación se ponía tensa, pero cual fue su respuesta, decir que el presidente de Andalucía, Manuel Chaves (PSOE) en una reciente comparecencia había dicho que el PP nos había llevado a la guerra y se reía por el hecho de que había sucedido en 2003. Al final de su respuesta no dijo ni que sí, ni que no, tan sólo quiso poner un ejemplo pragmático de la política utilizada por el PSOE para “ridicularizar” al PP. La segunda pregunta que le hicieron iba en relación a si sabía que España, durante el gobierno de su compañero Aznar, había enviado unos policías a la base militar norteamericana de Guantánamo. Su respuesta contundente fue NO.

Entiendo que hay deferentes formas de expresarse, no nos expresamos en todos los lugares de la misma manera, tenemos una forma de expresarnos en casa, con nuestros amigos,… donde quiero llegar es que entiendo la forma de hablar de los políticos, porque tienen que dirigirse a los miembros de su propio partido de forma ejemplar, dirigirse a su adversarios, tienen que dirigirse a periodistas, empresarios y personajes como tú y yo. Esa forma de hablar no puede ser de tu a tu, como si estuviésemos tomando un café. Los discursos tienen que ser globales, no superficiales, preparados, no memorizados. Me gustaría que los políticos hablasen razonadamente, que no tuviesen un discurso dirigido exclusivamente a criticar a sus adversarios. Como bien ha dicho mi amigo Jaime Nubiola en un artículo titulado el “Valor del debate”, publicado en la Gaceta de los Negocios el Lunes 12 de este mismo mes: “los representantes de los diversos partidos se enfrentan entre sí, no por las razones que asistan a las diversas posiciones en la materia que en cada caso se aborde, sino que se oponen entre sí sistemáticamente, por sus alianzas estratégicas, independientemente de la cuestión que se trate. Basta con que un partido diga una cosa, para que los otros sostengan la contraria, sin pararse siquiera un minuto a escuchar las razones de la posición opuesta y menos aún tomarse la molestia de estudiar juntos el asunto con la atención que se requiera. No escuchan las razones de sus oponentes porque no les importan, pues creen que apoyar al rival político es siempre un error que se paga caro electoralmente”.

Como se puede tener la poca vergüenza, la bajeza moral de responder de esta forma ante una pregunta puramente humana, sí el PP debería rectificar, pedir perdón a la sociedad española por haber formado parte de una guerra sin su consentimiento, cuando ya hoy se sabe de la inexistencia de armas de destrucción masiva, principal argumento utilizado por el ejecutivo popular. Ante un hecho histórico de tal calado, en la corta vida de la política española con: “el presidente de la Comunidad de Andalucía en un acto recientemente ha hablado de la Guerra de Irak”,…. No critiques a tu adversario, se mejor que él pero por tus propios medios, el tiene el mismo derecho de estar donde esta, haz una crítica constructiva, explica al conjunto de los ciudadanos como a usted bien le gusta decir, por qué hace años España decidió ir a la guerra y ahora, varios años después, haz un balance positivo o negativo, ahora que existe perspectiva para RAZONAR, no reproches a tú adversario con discursos vacíos, llénalos tú con tu conocimiento, si es que sobre el tema lo tienes.

Respecto a la segunda pregunta, de sí tenía constancia del envío de policías españoles a la base norteamericana de Guantánamo. Su respuesta como ya he dicho ha sido NO. Pues que decir de esta respuesta, que más de lo mismo, muestra una vez más la incapacidad de los políticos para razonar, dejándonos al conjunto de ciudadanos la sensación de la pobreza democrática actual española. Como no va a saber él de un hecho como este, cuando ya horas antes de este desayuno-conferencia aparecía en portada en uno de los periódicos nacionales más importantes.

La democracia vive de la discusión, del pluralismo, de la palabra razonada, y no de los discursos que últimamente estamos acostumbrados a escuchar. Una buena amiga mía me ha llamado idealista cuando le explicaba todo este espectáculo que pude comprobar desde la tribuna. Idealista es quien tiene la capacidad de idealizar y según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es: elevar las cosas sobre la realidad sensible por medio de la inteligencia o la fantasía. Y después de leerlo me quedé más satisfecho, me gusta ser idealista, me “deleita” saber que tanto yo, como el resto de personas que conozco son idealistas respecto a la política española, esperan algo más de ella, esperan que sea razonada y llena de sentido.

Antonio Cayarga, licenciado en Historia por la Universidad de Navarra y estudiante del Master de Relaciones Internacionales de la Universidad San Pablo CEU.

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